En el ámbito militar nació hace algunos siglos la defensa de
profundidad (la cual sobrepasaré brevemente), surge como una necesidad debido
al avance de la tecnología armamentista y es imperativo defenderse para no
perecer a manos del enemigo, entonces viene alguien con una brillante idea.
Segmentar la defensa para evitar el efecto dominó, ¿cómo es esto?
Pensemos en las “matrioskas” donde el activo que estas
cuidando es la figura central (la única de ellas que es de material macizo) y
cada una de las capas que la protegen es una de las defensas que explicaré adelante.
En una línea de defensa concatenada corres el riesgo de
tener el efecto dominó, y cuidar que la caída de tu primer línea de defensa no
comprometa el derrumbe del resto. Ahora, en la defensa de profundidad los
activos que proteges están detrás de varias líneas de defensa (generalmente son
cinco líneas, siguiendo el modelo militar) que trabajan en la defensa general
de tus bienes y siguen funcionando (debilitada pero en función) aun con la caída
de la que los precede ya que cada una de ellas desempeña una función autónoma.
Con la raquítica explicación recién dada de la defensa de
profundidad y dejándoles la recomendación para que lean sobre ella, pasamos a
la aplicación en Criminología corporativa.
Cada fase de la defensa debe estar definida y tener muy presente el
objetivo de la misma es primordial y tomaremos como base las 5 D´s (en ocasiones son 4) de defensa de la supervivencia:
Disuadir (deter):
Prevenir el delito a través de disuasión y disuadir a los posibles delincuentes
de realizar cualquier tipo de ataque, convenciéndolos de que la dificultad para
obtener los bienes es muy alta o el riesgo por cometer el delito es severo.
Como ejemplo de lo anterior son las calcomanías disuasivas e informativas en
los establecimientos, lámparas con sensor de movimiento como mensajes pasivos
de que se está cuidando el establecimiento.
Denegar (deny):
Si la primera de las fases no funciona y tus elementos disuasivos fueron
conquistados o ignorados por el delincuente, es necesario denegar el acceso de
tu adversario al activo o el ataque de tu objetivo. Las bardas perimetrales son
un claro ejemplo, la activación de una alarma sonora envía un fuerte mensaje al
delincuente, “sabemos que nos estás robando”
Detectar (detect): El
delincuente ha ignorado las primeras dos fases y tus bienes están en riesgo, es
necesario detectar el incidente o la situación que pone en riesgo tus activos. Por
ejemplo, sensores sísmicos en el sistema de alarma de tu establecimiento, los
cuales enviarán señal al sistema de monitoreo de tu prestador de servicios
(central de monitoreo y alarmas de tu preferencia) indicando que X sensor
sísmico de tu alarma está activado, lo que pudiese significar un intento de
intrusión al local y robo latente de mercancía o cualquiera de tus activos.
Demorar (delay): Demorar
al intruso dificultando la obtención de tus activos con sistemas adecuados para retardarlo en la obtención de los bienes, ejemplo de esto sería
caja fuerte, jaulas de resguardo, bóvedas de seguridad, candados, cerco
electrificado, control de accesos con temporizador, etc. Estas implementaciones
de seguridad están diseñadas para entorpecer el robo, entre más tarde el
delincuente en obtener los bienes, menor la posibilidad de ser víctima del
robo. Sin embargo debemos saber que todo retraso es para ganar tiempo, hasta
ahora no existe lo “impenetrable” ya que siempre ha llegado quien conquiste las
distintas formas de demorar el robo.
Destruir (destroy): Destruir
al agresor (si la situación lo amerita), entiendo que piensen en las distintas
formas de tortura que pueden utilizar para DESTRUIR a su adversario, sin
embargo, les pido que olviden la botella de agua mineral o los mil cortes
chinos. Destruir o derrotar es la última de las defensas, la defensa de
respuesta donde ya perdiste el activo y tu último recurso es el legal, las
corporaciones responsables de mantener el orden entran en acción y detener a
los responsables de tu detrimento es la forma de destruirlos.
Ahora, aquí no termina tu trabajo, el ciclo se reinicia
(también podrías echar mano del ciclo de Deming, pero eso lo dejaremos para
después). Si el delincuente sobrepasó cada una de las barreras entre tus bienes
a proteger y la obtención ilegal del beneficio, es hora de comenzar un nuevo
análisis, con mejoras a las cinco defensas y datos duros entregables a los
directivos de la empresa necesarios para mejorar y hacer más difícil la
obtención de tus activos para la próxima vez que algún delincuente quiera
sustraer ilegalmente productos, efectivo o información de tu compañía.
Recuerda que la seguridad es integral, proteges tu mercado,
activo, materia prima, servicio, imagen, colaboradores y clientes.
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