Afortunadamente, la criminología corporativa ha florecido.
En
el transcurso de unos meses ha surgido como “un gran descubrimiento” una novedad, a pesar de no ser ni
nueva ni novedosa, sólo desconocida.
Este surgimiento de la criminología especializada en el
sector privado, ha hecho que de forma repentina aparezca un sinfín de expertos
en la protección de empresas y junto a ellos un mundo de gandallas.
El perfil que se ha buscado para proteger a las empresas ha
sido, generalmente, el de un ex militar, ex policía, ex guardia, ex custodio, sin
embargo; ese perfil está cambiando, y en este cambio se está buscando al
Criminólogo para cumplir con funciones de seguridad corporativa (por su formación
académica). Recordando la regla de oferta y demanda comenzaron a aparecer,
esparcidos por el país (no me atrevo a hablar a nivel internacional por
desconocimiento de la oferta) un sinnúmero de cursos, diplomados, talleres,
ponencias y pseudolibros para proveer “educación continua” a quienes ven en
este rubro su posible área de desarrollo.
Con la reciente demanda nacieron más cursos de los que pude contabilizar, lamentablemente la calidad de los mismos ha dejado que desear con expositores incumplidos, cambios de horario de último minuto, incumplimiento en la oferta, expositores ajenos a la criminología con nulo conocimiento de la misma y temas alejados de la seguridad, protección y prevención. Jugando nuevamente con el morbo y el desconocimiento para, finalmente capacitar con las mismas competencias para las que tanto estudiamos en el transcurso de la carrera, drenando carteras y desalentando a quienes son candidatos a criminólogos corporativos.
Con la reciente demanda nacieron más cursos de los que pude contabilizar, lamentablemente la calidad de los mismos ha dejado que desear con expositores incumplidos, cambios de horario de último minuto, incumplimiento en la oferta, expositores ajenos a la criminología con nulo conocimiento de la misma y temas alejados de la seguridad, protección y prevención. Jugando nuevamente con el morbo y el desconocimiento para, finalmente capacitar con las mismas competencias para las que tanto estudiamos en el transcurso de la carrera, drenando carteras y desalentando a quienes son candidatos a criminólogos corporativos.
El crear cursos con la finalidad de ganar sólo por ganar es fraude y dejando la adoración de las armas y el levantamiento de muertos para las escuelas del morbo y los cursos gandallas, pasemos a lo bueno.
Después de años estudiando esta hermosa carrera, debimos aprender a
diferenciar entre investigar, aceptar y copiar-y-pegar. Aquí es cuándo comenzarán
a cosechar los frutos, investiguen los cursos, los ponentes, la calidad, el
seguimiento y el cumplimiento de los mismos. Personalmente he finalizado tres cursos, he asistido a cuatro ponencias y un diplomado de seguridad/criminología
corporativa/protección patrimonial en 18 meses, también he participado y
desertado en otros dos cursos, todos ellos de criminología corporativa, todos
ellos con una cosa en común, todos
son para principiantes en el mundo de la criminología corporativa, lo que marca
la diferencia es el cumplimiento a las promesas previas al pago:
- Certificado de asistencia
- Constancia de participación
- Cumplimiento a agenda
- Ponentes de calidad (no siempre implica años de experiencia sino dominio del tema)
Si los cursos que has tomado no cumplen completamente con lo
prometido, nos quedaremos en el intento, no habrá el surgimiento que se espera
de los criminólogos corporativos, no se consolidará la rama corporativa como
muchos tenemos la certeza de que se logrará. Debemos exigir el cumplimiento y
desarrollo de posgrados de calidad para mejorar el rubro y aumentar las
posibilidades de la inserción laboral que hemos estado esperando.
¿Qué necesitamos?
- Cursos especializados en subsistemas de seguridad, prevención y protección.
- Especialización y desarrollo del criminólogo corporativo.
- Difusión y valoración objetiva de los cursos/diplomados.
- Cumplimiento por parte de quienes ofertan los cursos.
- Asegurar que se desarrollen las competencias básicas, intermedias y específicas del criminólogo corporativo.
- Especialidad en seguridad retail.
- Especialidad en seguridad de la cadena de suministro.
- Especialidad en sistemas de retardo.
- Especialidad en sistemas de detección.
- Especialidad en análisis de riesgos.
- Y un inmenso etcétera.
La demanda existe, el proveedor honesto y cumplido está aún
por llegar.
Vender conocimiento no está enemistado con crear expertos en criminología corporativa.
Aquellos que han desarrollado cursos para este "nuevo" mercado están dejando a niveles intermedios, conocedores y expertos en la criminología corporativa sin opciones de mejora nacional, volcando sus miradas nuevamente a certificaciones internacionales. Es recomendable cumplir totalmente con lo que ofertan, recuerden que un cliente satisfecho vuelve a consumir, uno insatisfecho raramente lo hará.
Personal institucional, directivo y/o administrativo de las
distintas universidades del país (y tambien en el extranjero) los exhortamos a
crear un diplomado de criminología corporativa con resultados excelentes,
ponentes extraordinarios y generador de la pasión que se necesita en el mundo de la seguridad.
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