Vendiendo seguridad, ¿gasto o inversión?

Cuando se habla de seguridad en cualquiera de los rubros que pudieses imaginar, se le mira como un gasto pues usualmente no genera ganancias, demos un ejemplo:

La policía municipal preventiva de tu localidad.

Puedes notar que las patrullas nuevas y mejor cuidadas son aquellas que se dedican a “tránsito” (si, aquellos sujetos que cuidan que no vayas a 150 km/hr frente a una escuela o te pases un alto), ellos son la parte recaudatoria de la policía municipal, son quienes generan un ingreso para el municipio y el presidente municipal los ve con signo de pesos (de alguna parte debe salir el dinero para mantener el excelente estado del pavimento), el resto de unidades las tiene “patrullas” los sujetos que se juegan la vida todos los días para garantizar tu seguridad, los que van a tu colonia en caso de una riña, robo, violencia doméstica, o el delito de tu preferencia, el mismo presidente municipal los ve como un gasto (ojo, no inversión, gasto), en ellos se gasta en sueldo, gasolina, vehículo, arma, etcétera.

En los primeros se gasta del erario público, sin embargo, tienen un retorno monetario tangible, ven las boletas de tránsito y los pagos en recaudación de rentas, esto es costo-beneficio, mientras patrullas no se ve el retorno de inversión en seguridad.

Cambiar la forma en la que se mira a la seguridad es un plan ambicioso, por decir poco. Sin embargo, aquí te encuentras ante una situación compleja ¿Cómo demuestro que lo que voy a invertir gastar es necesario?

            Dejando el ejemplo de la policía municipal atrás, y para no entrar en detalles del gasto público (si, el pavimento no fue el mejor ejemplo de dinero bien gastado), imagina que tienes 100 establecimientos de la compañía, sin importar la dispersión de los mismos, imaginemos que el primero está en Tijuana, B.C. y el último en Tapachula, Chiapas. Es tu responsabilidad mantenerlos seguros, ahora debes convencer a los señores del dinero que lo que estas a punto de implementar vale lo que cuesta, pero ¿cómo?

Para esto hay una  forma de obtener un costo-beneficio, nuevamente no es necesario que se los expliques paso a paso, llegará el momento en el que aprendas que hablar de forma concisa y directa es la mejor forma de proceder, pues entre el mundo de necesidades de las empresas, la seguridad “sólo” es una parte (después veremos que la seguridad está en todos los ámbitos de las empresas), y los gerentes, directores e inversionistas están interesados en cómo vender y ganar más (sea lo que sea el producto), que en la forma en la que calculas tu costo-beneficio.

            Para esto se utiliza una metodología llamada return of security investment

R.O.S.I. (retorno de inversión en seguridad) que será la forma en la que dirás qué debes implementar y el ahorro obtenido a partir de esa inversión.

            Es importante focalizar tus esfuerzos, pues muchas cosas pequeñas no generarán un cambio, te mirarás ocupado todo el tiempo pero no estarás logrando cambios reales, para esto utilizarás el principio de Paretto explicado en este enlace.

            Volvamos al ejemplo, de los 100 establecimientos, solamente una parte generan pérdidas, pues no todos están ubicados en zonas de riesgo o han sido robados, ahora, una de tus labores es focalizar tu atención en aquellos que tienen un área de oportunidad y llega la hora de gestionar el riesgo. Debes determinar si es necesario mitigar, reducir, difundir, eliminar o aceptar el riesgo (tema que se tocará a fondo posteriormente), y después del análisis eliges mitigar.

            Si te encuentras trabajando en una cadena de mueblerías nacional, lo primero que debes hacer es hallar el sector de establecimientos que generan mayor pérdida, después de un análisis exhaustivo, encontraste las 20 tiendas con mayor número de siniestros, las cuales han tenido un promedio de 2 robos por cada 12 meses, y es hora de encontrar entre estos siniestros lo que te genera la mayor fuga de dinero. Digamos que han tenido robo a lugar cerrado en los establecimientos de la de zona de Hidalgo, Estado de México y Querétaro, y ha sucedido de la siguiente forma:

            Diez sujetos han ingresado al establecimiento a través del acceso de almacén, derribando la puerta con barras ancladas a un vehículo, sustrayendo electrónicos y artículos varios por cantidades rondando los $40,000 pesos por incidente. Se analizan los subsistemas de seguridad en los establecimientos, se encontró que cuentan con alarma contra intrusión, puerta de acceso metálica, cortinas metálicas en ventanales frontales, cerco perimetral, control de accesos y C.C.T.V. entre otros.

En este escenario hipotético, la mayor vulnerabilidad se encontró en la puerta de acceso al almacén, determinando con esto que se debe implementar una puerta metálica de mayor grosor, anclada a la pared a través de barras metálicas y una cortina metálica exterior, las cuales después de una prueba de destrucción demuestran que no se pueden derribar y tienen un costo total de $35,000 pesos por establecimiento.

Contrario al retorno de inversión que aplica en cualquier inversión empresarial o personal, el cual se calcularía como: Ganancia – Costo de inversión / costo de inversión = beneficio neto.

Debemos mostrar que se reducirá la pérdida a través de la nueva protección, si la pérdida proyectada es de $80,000 al año por establecimiento, multiplicado por 20 tiendas el monto de pérdida estimado sería por $1,600,000 pesos, implementando una medida con costo neto de $700,000 se obtendría una reducción de $900,000 pesos, pero, no es tarea fácil calcular las pérdidas por robos que no sucederán, por lo que esta metodología nos auxilia a darles un proyectado de la reducción que se obtendría al implementar nuevos subsistemas de seguridad y a su vez una reducción en la incidencia delictiva en la empresa.